sábado, 20 de diciembre de 2014

Desplumando al Pajarito

NOTA:
Sábado por la noche en Buenos Aires y algo fresca... Aleluya!! Me agarró cierta NOSTALGIA sobre el primer POST, que dio origen cual catarata a todas las DESPRESURIZACIONES MENTALES, que hoy conocen... Entonces positivamente empleo esa "nostalgia" y les presento... El puntapié, el origen, un vestido y el FLASH... Con Uds.
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Desplumando Al Pajarito

Era un día de semana y yo estaba libre… no trabajaba, aproveché al máximo los minutos… Por la tardecita dispuse ir a la zona de outlets por Palermo. Como buena organizadora de reuniones entre mis amistades, también me gusta encargarme de comprar regalos de cumpleaños, así que con tarea por desarrollar, me dirigí hacia aquella zona. Me tomé el quince, saqué el boleto y obvio me puse a contar los números del boleto y ver que letra me tocaba, hobby sin sentido de niña de primaria, que no puedo superar ni siquiera con décadas encima…

Magia… Llegué al lugar, tuve suerte y creo haber encontrado el regalo justo y perfecto para ella, en otro momento contaré si lo cambió. Más que lógico, si estoy en la zona de outlets, entro a locales de mi preferencia, ropa interior… y otro lugar donde un vestido desde la vidriera me guiñó el ojo… No odian, cuando eso pasa ¿?.. Fui por mi prenda interior, exitosamente se zambulló en una bolsa y se prendió a mi mano, luego fui directo a ver el vestido y ahí es donde todo sucedió ¡! Antes de ir directo a el… paseo entre los percheros, viendo si había algo mas atractivo, mientras con la mirada busqué una persona del local que me asistiera…


Que bárbaro cuando la gente tiene buena vibra!! Yo no me quedo atrás con la onda y a veces (muchas) peco de payaso citadino, imaginen cuando encuentro a alguien que te sigue y también tiene su propio estilo de onda… escogí dos vestidos para probarme… la realidad es que, ya sabía quien era el vestido ganador, pero no le iba a dar la seguridad inmediata de que vendría conmigo. A todo esto mi asistente con onda potenciado, me dio unos zapatos bellos altos y con plataforma, para que diera el perfecto look al vestido y así verlo tal cual luciría el día que lo estrenara.
Desde que “Esteban” (no revelaremos su verdadero nombre) se declaró mi asistente con onda, me piropeo (perdón por la antigua palabra). Clarooo, es vendedor están pensando, (no importa)… Lo hizo con onda, convicción y actitud… muy al principio malinterpreté su galante comentario al pensar que hacía mención a mis pequeñas curvas en el área frontal delantero. Que mal pensadas que somos!!!!! Cuasi frustrado Esteban intentaba decirme que era delgada… El tema es que cuando UNA sabe que tiene cierta/s características físicas que no favorecen… enseguida pensamos que todos hablan, piensan y lo ven de la misma manera. No, no chicas… (No siempre) y éste era el caso que celebra la frase: "la excepción a la regla". Sin más ni menos después de él, haber cumplido mi fantasía de subirme a unos zapatos extra altos con plataforma y ofrecerme una escalera para bajar de ellos, casi como un juego: “risas cruzadas” Vestidor VS. Sala de Espera, siguió con otro halago… “El imparable Esteban”, con su voz y sonrisa me dice: Sos una esfinge. Sí mis amigas y lectores… Yo era una esfinge, y no es que yo no lo crea, pero que manera mas bella y creativa de galantear a una mujer…

Entonces, ya saliendo del local… con Un Glow terrible y un halo de Heidi Klum… vino un pensamiento positivo hacia mi persona y que todas deberíamos emplear…

        Hay un pajarito de una publicidad, muy bien creativamente descripto, que se encarga de martillar nuestras cabezas al ritmo de situaciones, tal vez no tan positivas y constructivas, como las del “Imparable Esteban”.

Insto a aquellas mujeres que vivimos con el pajarito negativo a cambiarlo por uno progresista, lleno de plumas bellas y dispuesto a darnos la confianza de salir a la calle con nuestro GLOW. Todas sabemos cuál es nuestro rasgo, nuestra cualidad para destacar, brillar por sí solas… hagamos de ésta cualidad nuestro “Esteban” diario!!


Salida inmediata al pajarito desplumado y negativo! Bienvenido “Imparable Esteban”.