sábado, 23 de julio de 2011

El cielo: tuyo, mío o de quien ¿?

Los tiempos son muy variables para todos, hay personas que tienen más predisposición para la queja, otros para hablar de la realidad política del país, de otros países, los que se levantan de mal humor, los que sufren por cualquier dolencia, los que se desviven por el deporte, los que lloran por cualquier cosa y los que no. Pero también están esas personas que viven tipo campanita, risueñas, voladas, siempre con el chiste al pie del cañón, el vaso medio lleno. Ojo todas las personas tenemos de todos los ingredientes, salvo que algunos sobresalen más que otros. Ahora, con la modernización de la vida… Esta cualidad tan positiva que puede aparecer, a veces irrita a la gente, y por qué será ¿? Los seres humanos, no estamos acostumbrados a disfrutar, vivir y reír. Pareciera que estamos en éste suelo para ser miserables, pagar, llorar, y tal vez así ganarnos el cielo ¿? WHAT ¡!.



A ver… No por decir que las hojas otoñales desbordando las veredas y el viento soplando haciéndolas bailar a su propio ritmo, da para que me contesten: Deja de fumar ¡! En mi grupo de amigas, soy la que prepara las coreografías (que bailo sola) La que sale con el chiste viejo de la primaria, que termina causando risa porque, la realidad es que no lo pueden creer, no pueden creer que sea tan cara rota para insistir con tantas bobadas.


Y esto llevado a azafatalandia, podríamos decir que estos niveles de “felicidad excesiva” me juega bastante bien, soy como la porrista del grupo, la loca linda que desvaría, tanto para mis compañeros, como para las pobres victimas que pagaron para viajar y se encuentran, con respuestas inusuales, inesperadas, que a veces los saludo al bajar y tienen esa mirada perdida, como todavía tratando de entender que es lo que quise decir.


En fin la elección es de cada uno. Yo también elijo putear cuando me levanto a mitad de la noche porque tengo la vejiga chiquita e interrumpo “ese” sueño erótico ¡! Total el cielo ya me lo gané todos los días que me voy a volar ¡!