martes, 21 de febrero de 2012

Formula 1

En alguna parte del blog muy al principio hablé de la cuarta dimensión que es mi cocina… Si lo leyeron, recuerden que lo de: “No cocino” es carta de presentación en una primera cita, para que el hombre aventurado no se haga ilusiones al (aire gaseoso). Resulta, que me encuentro en un día libre, tras haber volado incesablemente e incansablemente… Aprovecho, y dedico ese día como si fuera una carrera de fórmula 1 a mi belleza personal turno tras turno-turnes, lavarropas, tareas afines de la casa y a un proyecto personal que pronto saldrá al aire en una radio, sumado al blog lo que leen irremediablente todos ustedes, a eso le sumo, visita a madre y hermano… 
NOTA: Este POST es anterior al deceso de mi madre.

Luego de la Fórmula 1, se me corrió el coágulo y en mi segundo día libre consecutivo me encuentro en la cocina rehogando cebolla… Voy a hacer una tortilla con las sobras de ayer, creer o reventar... (Reventar).  Hecho totalmente bochornoso de encontrase una cámara oculta (mi reputacion recaeria). Mientras cocino me grabo, a lo Narda Lepes... No salgo de mi asombro por lo que estoy haciendo y sola me río, como bien contaba antes el que vive solo parece loco malo ¡!… Por suerte con el cansancio que llevo encima, sé que por un largo tiempo esto no volverá a pasar… Asueto por decreto en la cocina y por tiempo indefinido ¡!

Lo bueno de la cocina en el avión es que NO existe… Si bien nos quejamos de que comemos siempre lo mismo, que no tiene sabor y que siempre es pollo o pasta… Aquí lo único que hago es hacer girar la perilla del horno convector para calentarla, llevar en la cartera un molinillo con mezcla de pimientas y servirla como una Godess Azafata Express ¡!

O simplemente agarro una feta de jamón, queso… hago un rollito y a la boca ¡! Voto por la cocina aeronáutica y la pimienta negra ¡! Vamos todavía… Aunque releyendo todo, mejor me voy a dormir, chau ¡! La cocina me dejo de cama...