En la vertiginosa vida de estos tiempos estamos a merced, como cobayo de laboratorio de mil y un males del stress… Quienes a la angustia les pasa por abrir la heladera y arrasar con cuanto alimento se cruce, están también aquél que se le cierra el estómago y en tiempo record baja kilos casi cabeza a cabeza con los anoréxicos, está el que llora, ríe (los menos), grita, deprime, le agarra un exceso de vitalidad, insomnio y bla bla bla…(o todas juntas son correctas). Lamentablemente, el HOY moderno, no deja hueco sin cubrir en cuanto a manifestaciones del stress.
El protagonista acá es el nudito rompe cuellos de la cervical y adyacentes. Con cara de yo no fui y sin receta bajo tu manga te acercas a la farmacia silbando bajito, para que nadie se dé cuenta que te hiciste adicto a las pastillas FLEX de todo tipo, (no sirven)… Testimonio en un solo tomo de quien dice aquí, yo lo hice. Tu cabeza trabaja, porque tu omóplato te duele… Y antes de seguir auto medicándote, apostas a una vida más natural y te decidís a hacer uso del gimnasio que estas pagando virtualmente, por el solo hecho de creer que tal vez te lo descuenten de impuestos a las ganancias. Hoy con toda la autodeterminación, la sonrisa amplia de que pistola que soy, te vas a la pileta y moderadamente unos 45 minutos como para empezar… Salís, como si hubieses ganado a la ruleta que nunca jugaste. La autodeterminación al final solo es una palabra, aparece un martes 13 boicoteador y te pone al dolor otra vez.
Surgen otros problemas mientras queres combatir al nudo asesino, por ej. Accidentes infelices de trabajo… La vida sana, la pileta van pasando a un plano algo más lejano. De repente sos súper chica otra vez, aunque "el de repente" dura un suspiro de cobayo y te achacas nuevamente. Los ciclos son cada vez más cortos entre “el me siento bien” “me siento mal”.
Los nudos te suben por la espalda, vacacionan en tus omoplatos a fuerza de verse como ALIEN, el octavo pasajero… Aunque en éste caso: ALIEN QUE ME AYUDE A SACARME ESTE NUDO !¡
Sin repetir y sin soplar y sin decir: PASO. Me sigo subiendo a los aviones, vestidita de tripulante, con la sonrisa tal vez un poco más enrarecida, los nuditos clavados y el lagrimón anónimo que grita HELPPPP. Llegué al sur me quedo una noche, dormí siesta, parezco un zombi marca ACME. Bajo a buscar algo para tomar que me ayude a parecer humana, converso sobre homeópatas, nudos y mientras lo hago… Me refriego sin ser vista contra el respaldo de la silla, generando el pensamiento de: En casa, lo hago contra el marco de la puerta y en el avión mañana cualquier vértice es bueno ¡! Nudito aeronáutico… VOLA DE ACA ¡!
