Uno de esos sábados que sale con amigas…
Un sábado de vino blanco, sushi, de repente
champagne y después una cosa más bizarra que otra. Una de mis amigas cabello
largo, divina y un muchacho desconocido que apareció de repente en la mesa se
le ocurre contar que de chico le gustaba “chupar” el pelo, acto seguido miré y
todo estaba en slow motion, el chico agarró un mechón de pelo y se lo “chupó
ampliamente”. Quedé semi boquiabierta y
después de mi amiga mandarlo al Congo Belga, aproveche la sutileza de una azafata, le
di una palmada en la espalda y le sugerí que era el momento para quedarse
callado, hasta que se fue… Entendió el mensaje ¡! BIEN, VAMOS ¡!
Que cosas raras suceden a veces…
Después huimos del lugar con la promesa de
no volver, mientras rodaba una lágrima por no volver a probar tan sabroso sushi.
Conocimos más gente, un muchacho con carisma y un amigo con chistes oxidados,
de esos que realmente reís porque lo preferís a llorar…
Todo desemboca en un almuerzo en el río… yo, arregladita como siempre y como siempre, tacos con un poco de plataforma todo
terreno... Terminé arriba de un barco, imaginen… Visualicen el atuendo, los tacos
y la chica pensando que iba a estar a las orillas del río en Martínez.
Muchas preguntas, mucha mística
azafatalandia, todas respuestas acertadísimas, de repente preguntan, que
hubieses hecho sino fueras azafata/tripulante de cabina ¿? Sin dudar, ”interprete de inglés”. Como vos y yo pasados los treinta y pico, recordamos el
año ´82 y la guerra que aún nos duele en el alma. Justo ahí me decidí que quería ser
intérprete, para que no se pelearan y no murieran chicos por tierra, poder,
política… (Que ingenuidad)¡!.
En la aeronáutica… vuelo dentro de aviones (sí, súper héroe esta comprobado que no soy),
atiendo gente, busco mi mejor sonrisa, para bajar los decibeles de angustia e
ira que algunas personas llevan hasta en su mirar. Hablo idiomas, los acerco a
un cierto estado de confianza. Al final, de una u otra manera encontré la forma
de evitar que otros se peleen, encontré la forma de suavizar con una sonrisa o
un gesto.
...................
Me colgué, me di cuenta que aún me duele
Malvinas, me duelen las pérdidas humanas y los intereses desbordados de poder…
Hoy de otra manera, todo sigue igual… La evolución es tecnológica, el corazón
aún te hace estremecer y muchas otras veces tu corazón te recuerda que esta en soledad.
… Y llegamos acá de la bizarra chupada
de pelo, a las Malvinas y a un corazón estremecido de muchos de nosotros... Igual
llegar de la “chupada de pelo” a ésta sensación de pérdida, es bizarro como
llegué. ¿?
Sonrisa a media asta.
… Y aprendan que el pelo de una mujer,
deber ser manipulado a piacere de la mujer en cuestión ¡!
